Un estudio de atribución elaborado por la World Weather Attribution (WWA) concluye que las olas de calor registradas este mes de julio en Europa y Norteamérica habrían sido “casi imposibles” sin el cambio climático. Durante las pasadas semanas, el sur de Europa, algunas zonas de Estados Unidos, México y China han sufrido graves olas de calor con temperaturas superiores a los 45 grados. El informe de la WWA destaca que en China la ola de calor fue, al menos, 50 veces más probable debido a la crisis climática.
El objetivo que persiguen este tipo de estudios es la vinculación directa de un determinado fenómeno meteorológico extremo (o un conjunto de ellos, como los domos de calor de este mes de julio) y el cambio climático.
Hoy Empieza a cobrar fuerza la hipótesis de que la violenta erupción del volcán submarino Hunga Tonga tiene que ver con esta anomalía cálida.
Las estimaciones científicas iniciales señalaron que el volcán submarino expulsó 50 millones de toneladas métricas de agua, pero ahora se cree que podría haber sido el triple. El vapor de agua es un potente gas efecto invernadero natural en la baja-media troposfera, pero en la estratosfera tiene la capacidad de retener el calor del sol y aumentar la temperatura de la tierra.