Puede ocurrir en diferentes ámbitos, tales como el político, el económico, el judicial, entre otros, y puede tener graves consecuencias tanto para la economía como para la sociedad en general.
Un signo característico de corrupción es un conflicto entre las acciones de un funcionario y los intereses de su empleador, o un conflicto entre las acciones de una persona elegida y los intereses de la sociedad. Muchos tipos de corrupción son similares al fraude cometido por un funcionario y pertenecen a la categoría de crímenes contra el poder estatal.
El principal incentivo para la corrupción es la posibilidad de obtener beneficios económicos (rentas) asociados con el uso del poder, y el principal elemento disuasorio es el riesgo de exposición y castigo.
Es importante tomar medidas firmes para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones encargadas de la lucha contra ella para asegurar una sociedad más equitativa y justa.