La fiesta es una versión local de los diablos danzantes de Corpus Christi. Su origen se remonta a siglo XVIII, siendo esta la hermandad más antigua del continente americano y la más grande del mundo. La fraternidad de diablos está dividida en un orden jerárquico, representado en sus máscaras.
Cada Jueves de Corpus Christi (9 jueves después del Jueves Santo) se hace una danza ritual de los llamados diablos danzantes, donde se rinde culto al Santísimo Sacramento del Altar y se celebra el triunfo del bien sobre el mal.
Se visten con trajes completamente de color rojo y máscaras de apariencia grotesca, además del uso de cruces, escapularios, rosarios y otros amuletos como protección contra los malos espíritus.
Los Diablos danzan al son del repique de la caja, un tambor típico y bailan por las calles del pueblo, en diferentes altares y frente a la iglesia representando el desafío del mal ante el bien, pero cuando se está frente a la presencia de Jesús en la Eucaristía la máscara guinda hacia el piso como señal de rendición y no poderle vencer.
Para querer a Venezuela primero tenemos que conocerla y respetarla.